Estados Unidos ha extendido por 30 días más el cierre de la frontera con México para viajes no esenciales y mantendrá por tiempo indefinido una norma bajo la cual se autoriza la expulsión de inmigrantes que entren sin autorización en el país por los límites terrestres, como medidas para evitar la propagación del coronavirus.

Así lo confirmó el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Chad Wolf, en declaraciones difundidas por ese despacho, que reúne a varias de las agencias encargadas de los asuntos migratorios.

"No se permitirán viajes no esenciales hasta que esta administración esté convencida de que hacerlo es seguro", señaló Wolf, quien destacó que los esfuerzos de los últimos meses por limitar los pasos no esenciales "han tenido éxito y ahora no es el momento de cambiar de rumbo".

Estados Unidos y México acordaron restringir desde el pasado 21 de marzo los viajes no esenciales, una medida que había entrado en vigor previamente en el linde con Canadá. Ambas decisiones fueron renovadas en abril pasado. La Administración de Donald Trump ha "expulsado", según medios locales, a 20.000 inmigrantes que han atravesado la frontera sin autorización.

Según la información difundida por el DHS, la restricción en el paso desde México estará en vigor hasta el próximo 22 de junio.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció el martes un acuerdo con EE UU para mantener cerrada su frontera a todo tráfico considerado no esencial al menos hasta el 21 de junio.

Con más de 1,5 millones de casos y más de 92.000 fallecidos, de acuerdo al recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins, EE UU lidera la tabla de países con más personas afectadas por el nuevo coronavirus, unos datos que para el presidente, Donald Trump, son una "insignia de honor", pues eso significa, a su parecer, que las autoridades de Washington están haciendo su trabajo al realizar un gran número de pruebas de detección de la enfermedad.

Mientras, en las últimas semanas se han incrementado las manifestaciones contra las medidas de confinamiento en el país. La última en Harrisburg, donde manifestantes convocados por la ONG Open Carry Texas, dedicada a proteger el derecho a portar armas, irrumpieron en el Capitolio de Pensilvania. "Se están produciendo protestas porque la gente está perdiendo todo lo que tiene. Es muy simple: cuando tus opciones son o bien abrir tu negocio o perderlo porque no pagas los recibos", explicó el vicepresidente de Open Carry Texas, David Amad.