El Gobierno finlandés anunció este miércoles que va a prohibir las entradas y salidas de la región de Uusimaa, en la que se encuentra Helsinki, al menos durante tres semanas y ordenó el cierre de todos los locales de ocio para limitar la difusión de la pandemia de coronavirus.

El aislamiento de Uusimaa estará en vigor, en principio, hasta el 19 de abril y afectará a alrededor de 1,7 millones de personas -el 30 % de la población finlandesa-, que no podrán salir de la región salvo por motivos excepcionales.

Tampoco se permitirá la entrada en la región de los ciudadanos procedentes de otras zonas del país a no ser que trabajen o sean residentes de Uusimaa.

La medida forma parte de los esfuerzos del Ejecutivo de coalición que dirige la primera ministra, Sanna Marin, para frenar la expansión del coronavirus después de que decretase el estado de emergencia el pasado 16 de marzo, aunque aún debe recibir el visto bueno del Eduskunta (Parlamento finlandés). "Vamos a aislar Uusimaa porque la única forma de reducir la propagación del virus es limitar la libertad de movimiento", explicó Marin en rueda de prensa.

La región en la que se ubica Helsinki registra prácticamente dos tercios de los 880 contagios confirmados y tres fallecimientos por coronavirus que se han producido hasta la fecha en Finlandia. Entre las personas infectadas se encuentran el expresidente finlandés y premio Nobel de la Paz Martti Ahtisaari, de 82 años, y su esposa.

El endurecimiento de las medidas para luchar contra el COVID-19 supondrá también el cierre de bares, cafés, restaurantes, discotecas y otros locales de ocio, aunque no el de los comercios.

El Gobierno de Marin no ha decretado todavía el confinamiento de la población, que puede ir de compras o de paseo libremente, aunque recomienda a los ciudadanos que recurran al teletrabajo dentro de los posible y que eviten el contacto físico.