El Bundestag (Cámara Baja alemana) aprobó este miércoles el paquete de choque contra el coronavirus, el mayor desde la II Guerra Mundial (1940-44), con un volumen total de unos 750.000 millones de euros.

La propuesta del Gobierno alemán, equivalente a casi el 22 % del producto interior bruto (PIB) alemán, fue respaldada de forma mayoritaria.

El paquete consta de un presupuesto suplementario para este año de 156.000 millones de euros, que incluye un fondo de rescate de hasta 50.000 millones para autónomos y pequeñas empresas y 3.500 millones para apoyo urgente al sistema sanitario. Prevé, asimismo, una caída de la recaudación de 33.500 millones.

Esta actualización presupuestaria implica el abandono temporal de la regla constitucional del "freno de la deuda", una formalidad que también se aprobó este miércoles en el Bundestag de acuerdo a las excepciones contempladas en la Carta Magna.

El plan incluye además la reactivación del Fondo de Estabilización creado en la crisis financiera, una herramienta con 600.000 millones para apoyar a empresas con problemas de liquidez y capitalización, y que prevé incluso nacionalizaciones temporales.

El vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, defendió previamente la propuesta en nombre de la canciller Angela Merkel, que no acudió al Parlamento por encontrarse en cuarentena desde el domingo tras conocer que una persona con la que tuvo contacto dio posteriormente positivo en un test por COVID-19

El objetivo del plan gubernamental, argumentó, es reforzar el sistema sanitario, asegurar las condiciones de vida de la ciudadanía y estabilizar la economía, respaldando a empresas y trabajadores.

La actual crisis, aseguró Scholz, "no tiene precedentes para la República Federal de Alemania" y es "un reto para toda la humanidad".

"Haremos todo lo posible y todo lo necesario para paliar las repercusiones económicas. Para ello no hay un guión previo", señaló.

Indicó, asimismo, que "Alemania estará al lado de sus socios europeos" y apoyará "a los países más pobres" en la superación de las crisis económica y sanitaria generada por la pandemia de COVID-19.

El plan de choque está superando el proceso legislativo de forma inusualmente acelerada. Fue aprobado en un Consejo de Ministros extraordinario este lunes, este miércoles ha sido sancionado por el Bundestag y su evaluación final en el Bundesrat (Cámara de Representación Territorial) tendrá lugar el viernes.