El Tribunal Constitucional alemán dictaminó ayer que las disposiciones legales que imponen penas de prisión de hasta tres años a quien ayude a morir a una persona son contrarias a la Ley Fundamental. Este fallo convierte a Alemania en el cuarto país de la UE donde la eutanasia activa es legal, después de los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo.

En Alemania, según esa disposición, la eutanasia activa es punible, aunque está permitido interrumpir las medidas destinadas a mantener con vida a un paciente si es eso lo que este desea. Ya en 2019 el Tribunal Supremo alemán había declarado inocentes del cargo de homicidio a dos médicos que habían ayudado al suicidio de tres pacientes, preparando dosis mortales de medicamentos por solicitud suya.

Al anunciar la sentencia de ayer el presidente del Constitucional, Andreas Vosskühle, dijo que hay un derecho del individuo a determinar la forma y el momento de su muerte. Eso incluye, según Vosskühle, el derecho a quitarse la vida y a recibir ayuda de terceros y esto último es bloqueado por el artículo 217 del Código penal.

El artículo en cuestión imponía penas de hasta tres años de cárcel por ayuda organizada al suicidio. La ayuda al suicidio, según la norma, solo estaba permitida a parientes y personas cercanas al paciente. Sin ayuda organizada al suicidio, el individuo se hace dependiente de la voluntad del médico de asistirle en su deseo de morir.