Más de 30 personas, entre ellas varios niños de corta edad, resultaron ayer heridas en Alemania después de que un automóvil embistiera un desfile de carnaval en la ciudad de Volkmarsen, en el "land" de Hesse (oeste). La policía local no duda que el atropello fue intencionado, pero no confirmó que se trate de un atentado.

Los hechos fueron perpetrados sobre las 14.30 horas cuando se celebraban en la localidad, de 7.000 habitantes y cercana a la ciudad de Kassel, los tradicionales actos del lunes de carnaval. La policía del norte de Hesse informó que el conductor del vehículo es un joven de 29 años, natural de la región, que fue detenido. El diario "Bild" añadió que tiene antecedentes policiales por alteración del orden público y lesiones.

El sitio web de noticias alemán HNA citó a testigos que aseguraron que el conductor parecía haber actuado deliberadamente contra los niños y había conducido "a todo gas" contra la multitud. Entre los heridos, algunos se encuentran en un estado de extrema gravedad aunque hasta anoche no se había confirmado la muerte de ninguno de ellos.

La Policía suspendió de inmediato todos los desfiles de carnaval en el "land" de Hesse, como medida de precaución. El ataque ocurre menos de una semana después de que un hombre matara a tiros a diez personas, antes de suicidarse, en un atentado xenófobo en Hanau, cerca de Fráncfort.