Cuando hace dos días Donald Trump anunció que relevaba a su director nacional de Inteligencia en funciones, Joseph Maguire, para reemplazarlo por Richard Grenell, su embajador en Alemania, leal aliado de línea dura pero sin experiencia en ese ámbito, parecía que el presidente de EE UU daba otro paso en la purga que comenzó tras su absolución en el juicio político de impeachment. Nuevas informaciones apuntan, sin embargo, a que lo que castigaba era una reunión a puerta cerrada de un delegado de Maguire con la comisión de Inteligencia de la Cámara Baja en la que advirtió a los legisladores de que Rusia intenta de nuevo interferir en las presidenciales a favor de Trump.

La reunión, de la que informó "The New York Times" el jueves, se celebró una semana antes y no ha trascendido todo su contenido, aunque se sabe que ratificó la persistencia de la injerencia rusa de 2016 y que Moscú apuntaría tanto a las primarias como a las presidenciales.

Rusia lo negó ayer, a través de un portavoz del Kremlin que calificó la acusación de "más anuncios paranoicos" sin "nada que ver con la verdad". El propio Trump denunció ayer en un tuit que se trata de una "campaña de desinformación lanzada por los demócratas".

Según la prensa estadounidense, Trump se puso furioso con Maguire y pensó, equivocadamente, que le había dado la información en exclusiva a Adam Schiff, el demócrata que preside la Comisión y que fue clave en el impeachment. En realidad hubo congresistas de los dos partidos, incluyendo republicanos, que cuestionaron las conclusiones de la Inteligencia. Ahora la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha anunciado un pleno informativo el 10 de marzo.

Entre tanto, el carrusel de las primarias demócratas llega hoy a su tercera etapa, Nevada, donde están en juego 36 delegados para la convención presidencial de julio. El favorito en las encuestas es, con claridad, el senador socialista Bernie Sanders (29% de promedio), seguido de lejos por el exvicepresidente Biden (16%). La cita es clave para este último, tras sus pinchazos de Iowa y Nuevo Hampshire. También para la senadora radical Elizabeth Warren, quien aspira a acercarse a Sanders por su buena actuación en el debate demócrata del miércoles.