La tensión entre Moscú y Tel Aviv aumentó ayer después de que Rusia acusara a Israel de haber estado a punto de derribar un avión sirio con 172 civiles a bordo al bombardear unos suburbios de Damasco. El portavoz del ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, afirmó en un comunicado que Israel llevó a cabo un ataque aéreo el jueves sobre las 02.00 (la una de la mañana en España). Según el Kremlin, cuatro cazas F-16 israelíes atacaron un barrio a las afueras de la capital siria con ocho misiles sin tener en cuenta que un avión civil sirio se preparaba para aterrizar en Damasco.

Konashenkov dijo que un Airbus-320 "estuvo a punto de entrar en una zona de misiles mortíferos y fuego de artillería". El avión tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en la base aérea de Hmeimim, controlada por las fuerzas rusas, a unos 300 kilómetros al norte de Damasco. Ningún medio de comunicación pudo corroborar las afirmaciones rusas.

No obstante, el sitio "FlightRadar24", que sigue el tráfico aéreo, muestra que un Airbus 320 de la compañía siria Cham Wings, que despegó de la ciudad iraquí de Nayaf el jueves a las 01.07 (hora local), se acercaba al aeropuerto de Damasco sobre las 02.00. De pronto, modificó su recorrido hacia el norte para aterrizar media hora después en Hmeimim. Pero Cham Wings no comentó nada al respecto.

El presidente de EE UU, Donald Trump, confirmó entre tanto que el líder de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), Qasem al Rimi, murió en una operación yanqui en Yemen el pasado enero, tal y como adelantó el viernes de la semana pasada "The New York Times".

La muerte de Al Rimi supone un duro golpe para AQPA, considerada una de las ramas más peligrosas de Al Qaeda porque ha perpetrado atentados más allá de su base, situada en Yemen, casi siempre contra intereses de EE UU. "The New York Times" informó de que Washington creía haber matado al líder terrorista en un ataque aéreo con drones, después de meses de rastrearle mediante vigilancia aérea y otros métodos de inteligencia. Al Rimi, yemení de 41 años de edad, era lugarteniente del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri.