El presidente del Comité Nacional Demócrata (CND), Tom Pérez, urgió ayer a sus correligionarios de Iowa a revisar todos los recuentos de votos de los caucus del pasado lunes. Después de tres días de confusión y alarma en EE UU, los datos del escrutinio solo se conocían anoche al 97% y el diario "The New York Times" afirmaba que, pese a haberse rehecho muchos recuentos de nuevo a mano, siguen apareciendo algunos resultados "incongruentes" que harán pesar la sombra de la duda sobre los datos finales.

"Ya es suficiente. A la luz de los problemas surgidos en la ejecución del plan de selección de delegados, y para asegurar la confianza pública en los resultados, insto al Partido Demócrata de Iowa a comenzar inmediatamente la revisión del recuento", escribió Perez en su cuenta de la red social Twitter.

Al 97% del escrutinio, el centrista Pete Buttigieg (pronúnciese but-ech-ech) y el socialista Bernie Sanders, están empatados a once delegados para la convención de julio, mientras que la senadora izquierdista Elizabeth Warren se ha asegurado otros cinco, lo que deja por atribuir todavía 14. Sanders, con un 26,5% sobrepasa ligeramente a Buttigieg (25%) en voto popular. El exvicepresidente Biden (13,7% y ningún delegado) se confirma como el gran perdedor del primer asalto del largo carrusel de las primarias.

Mientras los demócratas sufren por Iowa, el presidente Trump celebró con su peculiar estilo su absolución por el Senado, el miércoles, en el juicio de "impeachment". Trump lanzó una diatriba contra los demócratas, plagada de insultos. "Este es un día de celebración porque hemos pasado un infierno", dijo el republicano.

"Malvados", "corruptos", "sucios", "mentirosos", "despiadados", "mala gente", "locos", fueron algunos de los epítetos prodigados por Trump a los demócratas.

Insultos que fueron aplaudidos con energía por la plana mayor de su Administración, miembros del Congreso y su mujer, Melania. El Presidente insistió en que el juicio fue "una caza de brujas" para "derrocar al Gobierno" y aseguró que en ningún momento hizo "nada malo". Para resaltar su regocijo, levantó la portada del diario "The Washington Post", presidida por un gran titular a cinco columnas: "Trump, absuelto".