Un terremoto político se desató ayer en Alemania con la elección por sorpresa al frente del "land" de Turingia del liberal Thomas Kemmerick, con el apoyo de la ultraderechista AfD y la CDU de la canciller Merkel. La aceptación por Kemmerick de los votos ultras es la primera ruptura del cordón sanitario impuesto a la AfD. Las previsiones eran que el líder de La Izquierda, Bodo Ramelow, presidente saliente del "land", fuera reelegido con los votos de Los Verdes y los socialdemócratas del SPD.