El Senado de Estados Unidos, de mayoría republicana, decidió ayer que no citará testigos en el juicio político contra el presidente Donald Trump, lo que allana el camino a un cierre anticipado de este proceso. Con un resultado de 49 votos a favor y 51 en contra, la mayoría conservadora se impuso a los demócratas, que presionaban en busca de nuevas pruebas y testimonios en el juicio político, entre ellos los del exasesor de Seguridad Nacional John Bolton.

Tras la votación, y al cierre de esta edición, el Senado entró en receso, con lo que se mantenía en suspenso cuándo se produciría la votación sobre la absolución o no de Trump, el tercer presidente estadounidense en enfrentar un juicio político. "La mayoría del Senado de los Estados Unidos ha decidido que los numerosos testigos presentados y más de 28.000 páginas de documentos que se presentaron como evidencia (durante la instrucción de las acusaciones en la Cámara de Representantes) son suficientes para juzgar las acusaciones y terminar este juicio político", aseguró el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, tras la votación.

Al final los demócratas, que contaban con 47 votos, no lograron asegurar cuatro apoyos oficialistas frente a los 53 de los republicanos. McConnell agregó que los senadores se reunirían ahora "para determinar qué pasos hay que dar para concluir el juicio en los próximos días".

La sesión en el Senado había comenzado ayer hacia las 13.00 (18.00 GMT) con dos horas de argumentos finales tanto para la acusación de Trump como para sus abogados. Pese a la intención demócrata de contar con testigos, la prolongación del juicio político amenaza con ralentizar la campaña para los "caucus" (primarias) que se celebran el lunes en Iowa, y a los que concurren cuatro miembros de ese partido en el Senado: Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Amy Klobuchar y Michael Bennett.

Otro asunto se sumó a las preocupaciones generadas por una posible extensión del juicio hasta la próxima semana es el tradicional discurso anual sobre el Estado de la Unión que Trump tiene previsto para pronunciar el martes ante el Congreso. Y aunque aún no se había definido cuándo se dará la votación final, un voto exprés marcaría un fuerte contraste con el último juicio político de EE.UU., el celebrado en 1999 contra el entonces presidente Bill Clinton, en el que el Senado convocó testigos y luego deliberó durante tres días a puerta cerrada antes de pronunciarse sobre si el mandatario era culpable.