El Gobierno francés aprobó ayer el proyecto de ley de pensiones que la Asamblea Nacional debatirá a partir del 3 de febrero mientras en las calles miles de personas volvían a exigir la retirada del texto, que prevé sustituir los 42 regímenes de jubilación actuales por un sistema universal basado en puntos.

En París se manifestaron entre 350.000 y 400.000 personas, según el sindicato CGT, que cifró en 907.000 los manifestantes en toda Francia. La oposición sindical a la reforma resiste tras 51 días seguidos de huelga en los transportes pese a que en las últimas semanas la movilización había perdido fuerza y se orientaba hacia acciones más radicales y menos masivas. Los manifestantes han conseguido que el Gobierno renuncie a elevar la edad de referencia de la jubilación de los 62 a los 64 años.

Mientras, la exministra y excandidata a la Presidencia en 2007 Ségolène Royal ha sido cesada por el Ejecutivo como embajadora para los Polos, a raíz de sus crecientes críticas al Gobierno y después de trascender que se la investigada por un supuesto desvío de fondos.

La semana pasada se supo que Royal es objeto de una investigación preliminar de la Fiscalía Nacional Financiera por sospechas de haber usado para fines personales parte de los fondos para gastos que recibe en su calidad de embajadora.