El duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, abandonó este martes el hospital de Londres donde estuvo ingresado para ser atendido por una afección que ya padecía con anterioridad.

Las televisiones mostraron el momento en que el príncipe Felipe, de 98 años, salía por su propio pie y entraba en un automóvil todoterreno para ser llevado a la residencia de Sandringham (este de Inglaterra), donde pasará la Navidad con la familia real.

El duque había ingresado el pasado viernes en el hospital King Edward VII, en el centro de la capital británica, como medida de precaución, para ser atendido por una afección que ya padecía y de la que no se han dado más detalles.

Por eso la hospitalización estaba planificada, según había indicado el palacio de Buckingham, residencia oficial de la familia real. El ingreso en el hospital se había producido después de que Isabel II, de 93 años, llegase a Sandringham tras presidir el día anterior la apertura del Parlamento británico el pasado jueves.

Antes del ingreso, el duque Felipe, de 98 años, se encontraba en esta residencia de la campiña inglesa, donde pasa gran parte de su tiempo desde que se retiró de la vida pública en agosto de 2017.

Desde su retirada, ha aparecido en público junto a la monarca y otros miembros de la familia real en eventos y servicios religiosos, el último el pasado mayo, cuando asistió a la boda de Gabriella Windsor, hija de los príncipes de Kent.

Felipe de Mountbatten, duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich, es el consorte más longevo en la historia de la monarquía británica.