El SPD, que desde el sábado está dirigido por su ala izquierda, decidirá este jueves si rompe el Gobierno de coalición con los democristianos (CDU-CSU) de la canciller Merkel. La decisión se tomará tras consultar a los delegados asistentes al congreso de la formación, en el que debe ser ratificada la nueva dirección socialdemócrata.

El tándem formado por el exministro de Finanzas del "land" de Renania del Norte-Westfalia, Norbert Walter Borjans, y la diputada Saskia Esken se impuso el sábado en las primarias del SPD con un respaldo del 53%. La fórmula continuista, encarnada por el vicecanciller, Olaf Scholz, y la diputada Klara Geywitz, recabó un 45%.

El acuerdo de coalición entre Merkel y los socialdemócratas, firmado en marzo de 2018, prevé su revisión a principios de 2020 y la nueva dirección del SPD es partidaria de abordar la ruptura del pacto, a menos que la canciller dé el visto bueno a un aumento del salario mínimo, inversiones en infraestructuras y medidas adicionales contra el calentamiento global.

También en la ultraderecha germana ha habido movimientos radicales este fin de semana. El partido Alternativa para Alemania (AfD) renovó su dirección, a la que incorporó a varios representantes del ala próxima a los neonazis.

El ascenso de los radicales quedó plasmado en la elección como copresidente del partido de Tino Chrupalla, apoyado por la facción conocida como "Flüge" ("Ala"), cuyos dirigentes son los que obtienen los mejores resultados para la AfD, siempre en "lander" del Este. Contra algunos de sus miembros se han abierto -sin éxito- expedientes de expulsión por proclamas racistas o negacionistas del Holocausto. Son considerados, sin embargo, un mal necesario, ya que captan el voto más joven y radical.