El estallido social prende ahora en Colombia. Después de Chile y Bolivia, es el país que preside Iván Duque el que sufre con más virulencia el descontento social. El Gobierno recurrió el viernes por la noche al Ejército, al que ordenó patrullar las calles de Bogotá en parejas mixtas con agentes policiales para restaurar el orden. Además, decretó el "toque de queda generalizado" en la capital.

Duque mantuvo ayer ambas medidas. "Tenemos la continuación del patrullaje conjunto de la Policía y el Ejército. Es necesario, pero además se hace para darle a los ciudadanos tranquilidad y presencia", dijo el mandatario derechista en su cuenta de Twitter.

Duque aprovechó para condenar el atentado "salvaje" en el que, el viernes, murieron tres policías por la explosión de un camión bomba en frente a la comisaría del municipio de Santander de Quilichao, en el norte del departamento colombiano del Cauca. "Vamos a enfrentar a los violentos con contundencia", prometió.

"También vemos ahí las manos criminales de grupos armados organizados que han tratado de pescar en río revuelto", denunció Duque, que pretende modificar el acuerdo de paz con las FARC de 2016.

Entre tanto, en Bolivia, el Senado aprobó por unanimidad el proyecto de ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la convocatoria y celebración de nuevas elecciones generales, mientras el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales busca la inmunidad para el presidente asilado en México mediante un proyecto de ley también en la Cámara alta.

El Gobierno interino de Jeanine Áñez ha denunciado a Morales ante la Fiscalía por cargos de terrorismo y sedición. Sus dos hijos, Álvaro y Evaliz, llegaron ayer a Buenos Aires en un vuelo comercial procedente de Lima, donde realizaron una escala tras iniciar el viaje desde La Paz.

En lo tocante a las protestas sociales, que siguen vivas desde el fraude electoral del pasado 20 de octubre, los manifestantes han comenzado a retirar las barricadas en la capital, La Paz, y en El Alto, antes del inicio de las conversaciones, previstas para ayer, con el Gobierno interino que preside Jeanine Áñez, en un intento de devolver la normalidad al país. También se ha reanudado la venta de combustibles, según el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría. Y vuelve a operar una ruta entre La Paz y los valles del sur de la ciudad, vital para la provisión de productos agrícolas.