La violencia marcó ayer una intensa jornada de huelga convocada por el movimiento de protesta hongkonés, con incidentes como el de un policía que empleó munición real contra un joven o el de un hombre que se enfrentó a un manifestante, quien le prendió fuego; ambos se encuentran en estado grave, en tanto que la primera ministra, Carrie Lam, avisó de que no cederá a las demandas.

Lam condenó la "intensa violencia", recalcando que "no va a solucionar nada" ni hará que el Gobierno satisfaga las "llamadas demandas políticas" de los manifestantes. Según Lam, el agente que abrió fuego lo hizo "en una operación para aplicar la ley".

"Tácticas extremas"

La dirigente hongkonesa agregó que "la Policía se enfrenta a tácticas cada vez más extremas" de los manifestantes. "La gente no puede ir a trabajar, estudiar, o ni siquiera caminar por la calle. No pararemos en nuestra búsqueda de modos de acabar con la violencia. Esa es nuestra prioridad ahora", añadió.