El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, tuvo un papel central en las presiones a Ucrania que podrían derivar en un juicio político contra el presidente estadounidense, Donald Trump, según dos testigos de la investigación cuyas declaraciones se hicieron públicas este viernes.

Mulvaney, que desafió anteayer una citación judicial para comparecer ante los investigadores en la Cámara baja, protagoniza las transcripciones de los testimonios de Alexander Vindman, un experto en Ucrania que trabaja en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC, en inglés) de la Casa Blanca, y de su exjefa Fiona Hill.

"Cuando entré (en una reunión en la Casa Blanca el 10 de julio), el embajador (estadounidense ante la UE, Gordon) Sondland estaba hablando de que tenía un acuerdo con el jefe de gabinete Mulvaney para programar una reunión con los ucranianos si ellos seguían adelante con las investigaciones", dijo Hill en su testimonio a puerta cerrada el pasado mes de octubre, según la transcripción.

Quince días después de la reunión mencionada por Hill, Trump pidió en una llamada telefónica a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, que Kiev indagara en uno de sus rivales políticos, el exvicepresidente estadounidense Joe Biden, y en los negocios de su hijo Hunter en la compañía de gas ucraniana Burisma.

Vindman corroboró el testimonio de Hill al afirmar que "el 10 de julio quedó completamente claro lo que había que conseguir para que (los ucranianos) tuvieran una reunión en la Casa Blanca" entre Trump y Zelenski.

"La petición era que, para conseguir la reunión en la Casa Blanca, tenían que comprometerse a hacer una investigación" sobre Biden y los demócratas, añadió al comparecer el pasado 29 de octubre ante los comités.

Hasta ahora, las miradas se habían centrado en Sondland, quien esta semana reconoció que él mismo comunicó al Gobierno de Ucrania que la Casa Blanca no le entregaría 400 millones de dólares en ayuda militar hasta que accediera a investigar a Biden.

Pero la afirmación de Hill de que Sondland coordinó con Mulvaney algunas de sus acciones hacia Ucrania podría renovar el escrutinio del jefe interino de gabinete de la Casa Blanca.

El mes pasado, Mulvaney cometió un sonado error al reconocer ante la prensa que Trump retuvo la asistencia militar a Ucrania con el objetivo de que Kiev investigara temas relacionados con los demócratas y las elecciones de 2016, aunque después y negó que se condicionara la entrega de esa ayuda.

Por otro lado, el exasesor de la Casa Blanca Steve Bannon admitió que la campaña de Trump en 2016 era consciente de que su colaborador Roger Stone tenía relación con Wikileaks y le consideraba como un posible enlace con esa plataforma, aunque nunca llegó a explotar ese contacto.

Bannon, el ultraderechista exasesor de Trump, testificó por primera vez en el juicio contra Stone, que comenzó esta semana en Washington, y dio por válido parte del argumento de la Fiscalía, de que el acusado actuó como enlace entre la campaña del magnate y Wikileaks.

Esa plataforma difundió durante la campaña electoral de 2016 correos electrónicos robados al Comité Nacional Demócrata que eran perjudiciales para la rival de Trump en los comicios, Hillary Clinton.