Los demócratas confían en el carácter público del proceso político al presidente Trump, que los estadounidenses podrán ver por televisión durante los próximos meses, para imponerse en las elecciones presidenciales que se disputarán justo dentro de un año, el 3 de noviembre de 2020.

La mayoría de los sondeos sitúan a Trump con una popularidad que ronda el 40 por ciento, un porcentaje inferior al de muchos de sus predecesores a estas alturas del primer mandato, por lo que en el Partido Demócrata se considera que el "empuje" del proceso de "impeachment" sea definitivo en las urnas, aunque al final no acabe desencadenando la destitución del magnate reconvertido en político.

La mayoría de los sondeos publicados por los medios estadounidenses estiman que aproximadamente la mitad de la ciudadanía es favorable al 'impeachment', a pesar de que el proceso aún está en fase primaria y ni siquiera está claro cuál será el calendario a seguir.

La Cámara de Representantes aprobó el jueves la "hoja de ruta", en una primera votación que evidenció la férrea división entre republicanos y demócratas en este asunto. Fuentes del Congreso aseguran que el objetivo es concluir antes de que acabe el año la recopilación de pruebas para acreditar que Trump pudo cometer abuso de poder u obstrucción a la Justicia al presionar al presidente de Ucrania para que actuase contra el exvicepresidente Biden, el mejor colocado ahora mismo de los precandidatos demócratas.

En las filas del partido del burro, sin embargo, persiste la división entre quienes creen que ya basta con los testimonios y documentos recabados y quienes quieren atar más y mejor la base del juicio político, con vistas no tanto a convencer al Senado, donde los republicanos son mayoría, como al estadounidense de a pie.

Entre tanto, Trump, manifiestamente nervioso, interviene activamente en su defensa a través del tuit, su arma favorita. Ayer reclamó que el informante anónimo que destapó el contenido de la coactiva llamada al presidente de Ucrania dé la cara, mientras que un abogado del denunciante dijo que está dispuesto a responder por escrito a los republicanos. El denunciante, un agente de inteligencia destinado en la Casa Blanca, empleó para su queja el canal anónimo establecido oficialmente.