La Cámara Federal de Argentina ordenó ayer revocar la imputación de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en dos de los casos que tiene abiertos por corrupción, pero al mismo tiempo confirmó los cargos en un tercero, apenas 48 horas después de que se convirtiera en vicepresidenta electa.

Fernández de Kirchner quedó liberada de los casos en los que se investigan presuntas irregularidades en la renegociación de los contratos de corredores viales y de importación de gas natural licuado. Sin embargo, se mantiene el procesamiento de la líder peronista por un delito de cohecho pasivo en la conocida popularmente como "cartelización" de obra pública.

Fernández de Kirchner es objeto de numerosas investigaciones judiciales, la mayoría de ellas por corrupción y enriquecimiento ilícito. El pasado mayo se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados por, presuntamente, liderar una organización criminal para defraudar al Estado contratando obra pública en la provincia de Santa Cruz, a través de testaferros, con el Grupo Austral Construcciones, propiedad de la familia Kirchner. Con ello habría facturado 46.000 millones de pesos, equivalentes a más de mil millones de euros.