El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, renunció ayer al encargo de formar Gobierno, que pasará a su principal rival político, Benny Gantz, quien tendrá 28 días para lograr un acuerdo de investidura. Si Gantz también fracasa, cualquier otro diputado del Parlamento israelí (Knesset) podrá optar a un periodo de 21 días para conformar un Ejecutivo. Si tampoco se logra un pacto de Gobierno por esta vía, el país tendría que ir a sus terceras elecciones consecutivas.