El arresto de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante "Chapo" Guzmán, desató tal caos y violencia en la ciudad mexicana de Culiacán (Sinaloa) que las autoridades se vieron obligadas a liberarlo horas después, con el fin de aplacar a sus sicarios. La detención se produjo en la tarde del martes. Una patrulla de 30 miembros de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tuvo en sus manos a Ovidio en una vivienda de un fraccionamiento de Culiacán, en el Estado mexicano de Sinaloa.

Entonces, varios grupos de la delincuencia rodearon la vivienda con una fuerza mayor a la de la patrulla, mientras que otros grupos causaban acciones violentas contra los ciudadanos, lo que generó "una situación de pánico" en Culiacán.

El titular de la Seguridad Nacional sentenció que "con el propósito de salvaguardar el bien superior de la integridad y tranquilidad de la sociedad culiacanense, los funcionarios del Gabinete de Seguridad acordamos suspender dichas acciones".

El propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo ayer que la puesta en libertad fue para evitar poner en peligro "las vidas de las personas". "No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas", dijo el mandatario, quien añadió que había respaldado la decisión.

Amotinamiento

Al menos ocho personas fallecieron y 49 presos se fugaron de un penal durante los enfrentamientos en Culiacán por el arresto y posterior liberación de Guzmán.

"El total de fallecidos son 8. Un civil, un agente de la Guardia Nacional. Un interno (del penal) y cinco agresores. Además de 16 heridos", explicaron fuentes de la Secretaría de la Defensa Nacional. Además, entre estos heridos hay siete soldados, dos policías municipales, un oficial de la Guardia Nacional y un policía estatal.

Al hablar de la fuga del penal de Aguaruto de Culiacán, el titular de Seguridad Pública del estado de Sinaloa, Cristóbal Castañeda, explicó que comenzó con un "amotinamiento" y se despojó de las armas a cinco guardias."Continuamos con el operativo de búsqueda de las 49 personas privadas de la libertad", subrayó Castañeda.

El encargado de Seguridad estatal no dio detalles sobre si estos presos formaban parte de alguna banda delictiva, si bien puntualizó que algunos de los internos estaban presos por el delito de robo.

Culiacán estuvo sitiada por las balas durante horas tras el arresto por parte de un comando conformado por 30 militares y miembros de la Guardia Nacional, y su posterior liberación, de Ovidio Guzmán.

El operativo buscaba detener a Ovidio Guzmán, sobre quien pesa una orden de extradición por parte de Estados Unidos.

El suceso en Culiacán ha reflejado el enorme control que tiene el Cártel de Sinaloa y sus células sobre la región, que se consideraba relativamente pacificada en los últimos meses.