El movimiento indígena de Ecuador que encabeza las protestas contra las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno a petición del FMI aceptó ayer el diálogo ofrecido por el presidente, Lenín Moreno, tras diez días de protestas y disturbios.

A pesar de que inicialmente se había negado en rotundo a conversar con Moreno si este no reponía los subsidios a los combustibles, principal exigencia de las protestas, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) anunció en un comunicado que se abre al diálogo directo con el presidente.

El cambio de postura llegó tras "un proceso de consulta con las comunidades, organizaciones, pueblos, nacionalidades y organizaciones sociales", indica en una nota. No obstante, la Conaie pidió la presencia de organismos internacionales como garantes de las conversaciones.

Entre tanto, Quito era escenario de decenas de marchas y piquetes, algunos muy violentos, mientras en el centro de la ciudad libraban una nueva batalla campal frente a las fuerzas del orden.