La jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, redobló ayer su lucha contra las protestas que se suceden en la ciudad desde junio con la aprobación de una ley de emergencia que prohíbe desde la pasada medianoche el uso de las máscaras con las que los manifestantes ocultan su identidad. Para ello, el Gobierno echará mano de una ley de emergencia para intentar "restaurar el orden", dijo Lam.