| Millares de personas salieron ayer a las calles en Irak por cuarto día consecutivo para pedir trabajo, agua y electricidad, pese al toque de queda en vigor en varias regiones del país y al creciente número de víctimas, al menos 44 muertos y más de 1.650 heridos. Las protestas en Bagdad se intensificaron por la tarde, después del rezo del viernes, cuando al menos dos policías y dos civiles murieron por disparos de francotiradores. En la fotografía, manifestantes en una de las protestas de ayer en las calles de la capital iraquí.