El presidente Trump optó ayer por golpear con nuevas sanciones al banco central iraní, en un intento por asfixiar económicamente a Teherán, mientras continua evaluando opciones militares para responder al reciente ataque contra refinerías saudíes. Coincidiendo en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Trump encabezará el miércoles la reunión con varios líderes latinoamericanos para abordar la crisis en Venezuela e intensificar la presión sobre el presidente Nicolás Maduro.

Trump presumió ayer de que descargará sobre Irán "las sanciones más altas que jamás se han impuesto sobre un país". Así lo expuso en una rueda de prensa en el Despacho Oval, en presencia del primer ministro de Australia, Scott Morrison, informa Efe.

El Gobierno estadounidense acusa al banco central iraní de haber financiado desde 2016 con miles de millones de dólares a la Guardia Revolucionaria, a la Fuerza al Quds y al grupo chií libanés Hizbulá, todos ellos considerados grupos terroristas por Washington. "Esto es muy importante. Ahora hemos cortado todos los posibles fondos para Irán", manifestó el secretario del Tesoro de EE UU, Steven Mnuchin, quien acompañó a Trump.

En plena escalada de tensión con Teherán, Trump optó por las sanciones, pero sigue enviando señales contradictorias sobre su posible respuesta al ataque del sábado a la petrolera saudí Aramco, que Riad atribuye a Teherán y que inicialmente fue reivindicado por los rebeldes hutíes en el Yemen.

Según la cadena ABC, que cita a tres funcionarios estadounidenses, Trump se reunió ayer con sus asesores en seguridad para evaluar posibles respuestas militares, aunque en público sigue mostrándose reticente a autorizar una intervención a gran escala como castigo por el ataque. "Ir contra Irán sería una decisión muy fácil. Mucha gente piensa que podría estar dentro en unos dos segundos", reflexionó el presidente estadounidense. Trump tiene citados hoy con el secretario de Defensa, Mark Esper; el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Joseph Dunford, y el secretario de Estado, Mike Pompeo. Las opciones que propone el Pentágono no incluyen ataques a gran escala y se centran más bien en operaciones clandestinas con objetivos como los lugares desde los que Irán lanza sus drones y misiles de crucero, además de donde almacena sus armas.

Venezuela

"El presidente tendrá la oportunidad de hablar con destacados líderes hemisféricos" sobre la campaña de presión al presidente venezolano, Nicolás Maduro, otro de sus frentes, según anticipaba ayer una alta funcionaria estadounidense en una rueda de prensa telefónica. La Casa Blanca no quiso precisar qué líderes participarán en la cita sobre Venezuela, que tendrá lugar dos días después de otra en Nueva York entre una veintena de países firmantes del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), una especie de OTAN americana que podría abrir la puerta a una intervención militar en Venezuela. Esos países, entre los que está EE UU, tendrán que decidir cómo presionar a Maduro -si rompen las relaciones diplomáticas y económicas, o si van más lejos-, aunque fuentes diplomáticas consultadas por Efe creen que no hay votos suficientes para aplicar el TIAR.