Los rebeldes yemeníes hutíes chiíes anunciaron ayer una tregua, suspendiendo el lanzamiento de proyectiles contra Arabia Saudí, en la misma jornada en que la coalición que encabezan los saudíes bombardeó posiciones de este grupo en Hudeida una semana después de los ataques contra dos plantas de Aramco.

En el quinto aniversario de la toma de la capital del Yemen y la mayoría del noreste del país, los rebeldes proclamaron "un alto en los ataques a los territorios del reino de Arabia Saudí con drones y con misiles crucero y balísticos así como cualquier otro ataque".

La coalición árabe que lidera Arabia Saudí lanzó una operación contra varios "objetivos hostiles" en el norte de la estratégica ciudad yemení de Al Hudeida, en el mar Rojo, tras los ataques el pasado día 14 contra dos plantas petrolíferas, a las que ayer Riad permitió el acceso para mostrar su estado. Pese a que los rebeldes hutíes reivindicaron el ataque, Riad asegura que los proyectiles provenían del norte y responsabiliza a Irán, lo que ha desatado las sanciones estadounidenses contra los iraníes.

Aunque la coalición árabe continuó toda la semana los bombardeos contra objetivos en Yemen, el ataque contra cuatro instalaciones en el norte de Al Hudeida supone un incremento de la presión militar en una zona sobre la que los hutíes y el Gobierno del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, alcanzaron un acuerdo de tregua en diciembre pasado.