El vencedor de las elecciones en Israel, el centrista Beni Gantz, rechazó ayer la oferta de Gobierno de unidad que le había hecho llegar horas antes el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, dado que el líder del Likud había forjado la víspera un acuerdo con los partidos situados a su derecha para negociar con más fuerza, lo que Gantz le afeó como "una maniobra".

El líder de Azul y Blanco también apuesta por una gran coalición, pero la prefiere "extensa y liberal" y comandada por él, puesto que, con el 98% del voto escrutado, su partido reúne 33 diputados, por 31 del Likud. Gantz reconoce que ni el bloque de centro-izquierda ni el de derecha y ultraderecha suman los 61 escaños que requiere la mayoría absoluta en la Kneset (Parlamento de 120 diputados).

La repetición de las elecciones ha reproducido el bloqueo político que dejaron las urnas en abril, y de no llegar Gantz y Netanyahu a algún tipo de acuerdo, el país se vería abocado a celebrar unos terceros comicios.

"No hay otra opción que formar un amplio gobierno de unidad", dijo Netanyahu, al proponer a Gantz una reunión inmediata. Pero la oferta tenía trampa: Netanyahu ya había firmado un compromiso con las dos formaciones ultraortodoxas (Shas y Judaísmo Unido por la Torá) y la alianza de partidos de derecha y ultraderecha, Yamina, para negociar como un solo bloque.

"Para construir un Gobierno de unidad, no vienes con bloques políticos y una maniobra, sino con honestidad, patriotismo, responsabilidad y seriedad", le reprochó Gantz al 'premier'. Lo que Netanyahu, perro viejo de la política israelí, hizo ver que se tomaba como una ofensa. "Sorprendido y decepcionado" dijo haberse quedado.

El líder del partido ultraderechista laico Israel Nuestro Hogar, Avigdor Lieberman, que tiene la llave de la gobernabilidad, cree que Netanyahu está buscando "preparar a la opinión pública" para unas terceras elecciones. Y aunque también aboga por el Gobierno de concentración, no ofrecerá su apoyo ni a un Ejecutivo de Netanyahu con los ultraortodoxos, ni a uno de Gantz, ya que tendría que sumar a la Lista Unida árabe para que le cuadraran las cuentas.

Ronda de consultas

Mientras, el presidente, Reuvén Rivlin, que ya se ha mostrado favorable a la formación de un Gobierno de unidad, comenzará el domingo la ronda de consultas con los partidos que deben proponer a su candidato a primer ministro. Rivlin puede encargar a Gantz la formación de Gobierno por su condición de ganador, pero también puede optar por Netanyahu si cree que tiene más posibilidades de reunir apoyos.

Cuando Rivlin tome una decisión, comenzará una cuenta atrás en la que el candidato elegido tiene 28 días, ampliables a dos semanas más, para romper el bloqueo político que vive Israel y evitar unas terceras elecciones.

Entretanto, el próximo 3 de octubre, Netanyahu tendrá que asistir a una vista con el fiscal general del Estado, tras la que este formalizará o no la acusación contra el primer ministro en tres casos de corrupción.