El Tribunal Supremo británico analiza si el primer ministro conservador, Boris Johnson, "frustró la soberanía del Parlamento" al suspenderlo en vísperas del "Brexit", cómo alegan sus críticos, o si, en cambio, actuó dentro de sus prerrogativas.

La máxima instancia judicial del Reino Unido inició ayer un juicio de tres días en el que examinará los dictámenes emitidos por el Tribunal Superior de Londres y la Corte de Apelaciones de Escocia, que fallaron a favor y en contra del Gobierno, respectivamente.

La presidenta del Supremo, Brenda Hale, advirtió que la salida de la UE "no concierne" a los 11 jueces del tribunal, que dirimirán solo si fue constitucional la decisión de Johnson de levantar las sesiones en un momento crítico para el país.

El jefe del Ejecutivo británico suspendió las cámaras del 10 de septiembre al 14 de octubre, a poco de la fecha prevista para la retirada del bloque, el 31 de octubre.