El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, afeó ayer al primer ministro británico, Boris Johnson, que "todavía no haya presentado" una propuesta, alternativa a la salvaguarda -que el líder tory rechaza de plano-, para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda.

Juncker y Johnson, acompañados del mediador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, celebraron un almuerzo de trabajo en un restaurante de Luxemburgo y al finalizar el aún presidente del Ejecutivo comunitario -el 1 de noviembre será relevado por la alemana Ursula Von der Leyen- dejó claro que "es responsabilidad del Reino Unido presentar las soluciones legalmente operacionales, compatibles con el Acuerdo de Retirada".

El objetivo de la reunión, según un comunicado de la CE, era "tomar nota de las actuales conversaciones técnicas entre la UE y el Reino Unido y debatir los próximos pasos". Juncker recordó que es Londres quien debe dar el paso de proponer "soluciones" y subrayó la "voluntad y apertura" de la Comisión a examinar si esas propuestas cumplen con los objetivos de la salvaguarda", es decir, si permiten evitar una frontera dura.

Por su parte, Downing Street informó de que Johnson y Juncker acordaron "intensificar" las conversaciones "y que las reuniones pronto tengan lugar a diario", a lo que la CE también se avino, según su nota. Pero "el primer ministro reiteró que no pediría una prórroga y que sacaría al Reino Unido de la UE el 31 de octubre", añadió Downing Street. A lo que está obligado por ley si no alcanza un nuevo acuerdo antes del 19 de octubre. Johnson se marchó de Luxemburgo sin hacer declaraciones a la prensa por los abucheos que le dedicaron decenas de manifestantes anti- Brexit.

Durante el encuentro, el primer ministro remarcó su compromiso con el proceso de paz en Irlanda del Norte y su determinación a alcanzar un acuerdo con la UE sin la polémica salvaguarda relativa a la provincia británica.

Esa cláusula de seguridad tiene como objetivo evitar una frontera física entre las dos Irlandas después del Brexit y está pensada para que Irlanda del Norte quede alineada a las normas comunitarias si Londres y Dublín no llegan a un acuerdo sobre la futura relación comercial después de un periodo de transición.

Johnson, en declaraciones a la BBC posteriores al encuentro en Luxemburgo, se mostró de nuevo "moderadamente optimista" sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo de salida, pero insistió en que esto requiere que Bruselas acceda a cambiar la salvaguarda que protegería la frontera norirlandesa.

En este sentido, sostuvo que hay "varias ideas" sobre la mesa para permitir que el Reino Unido al completo salga de la UE y al mismo tiempo preservar la integridad del mercado único europeo, la economía de la isla y el proceso de paz en Irlanda del Norte.