El Parlamento británico preveía cerrar anoche, en el momento más crítico del Brexit, y mantendrá hasta el próximo 14 de octubre la suspensión de sesiones más larga de su historia reciente. A la vuelta, los parlamentarios dispondrán de escaso margen para encarar la ruptura con la Unión Europea (UE), aunque al menos existe garantía de que no habrá salida sin pacto. La reina Isabel II promulgó ayer la ley aprobada la semana pasada por el Parlamento para bloquear que Reino Unido abandone sin ningún tipo de acuerdo la UE el próximo 31 de octubre. Fue una de las grandes derrotas parlamentarias de Boris Johnson en la última semana. El primer ministro británico consiguió imponer el cierre del Parlamento, pero a última hora de ayer todo apuntaba a que fracasaría de nuevo en su intento de convocar elecciones a mediados de octubre, con el plazo para el Brexit a punto de vencer.

Los Lores dieron el viernes el visto bueno definitivo al texto previamente aprobado por la Cámara de los Comunes, con el respaldo de los principales partidos de la oposición y 21 diputados conservadores "rebeldes". La ley ya sancionada por la Reina insta al Gobierno a que solicite una prórroga del Brexit hasta el 31 de enero si no logra la ratificación de un acuerdo o un permiso del Parlamento para sacar a Reino Unido de la UE sin un pacto de por medio. Pese a ello, el primer ministro británico insiste en que, aunque los fuerce la presión parlamentaria, no tiene intención de solicitar una nueva prórroga del Brexit a la Unión Europea. A tenor de la nueva norma, Johnson deberá remitir una carta a Bruselas el próximo 19 de octubre pidiendo una extensión del plazo de salida del bloque comunitario si no ha alcanzado para entonces un acuerdo con los socios europeos restantes. El gabinete de estudia ya fórmulas para eludir ese mandato parlamentarios, muy complejas y, en algunos casos, tan enrevesadas que podrían acabar con el primer ministro en manos de la justicia, informa Efe.

Pese a sus resistencias, el mandatario británico intentará llegar a un nuevo acuerdo con Bruselas en la cumbre comunitaria del próximo 17 de octubre, dos días antes del límite para pedir una prórroga que le impone la ley. La UE no se muestra dispuesta a retirar la cláusula para evitar una frontera en Irlanda del Norte, tal como exige Johnson, por lo que un nuevo pacto resulta por ahora improbable.

La otra opción, que anoche estaba a punto de fracasar de nuevo al no obtener el apoyo de dos tercios de los Comunes, consiste en convocar elecciones. Johnson está convencido de que por esta vía dispondrá del apoyo necesario para imponer su estrategia de ruptura abrupta con la Unión Europea.

El plan del Gobierno pasa por fijar para el 15 de octubre dichos comicios, pero la oposición en bloque anticipaba ayer que se opondrá a la espera de garantías claras de que no habrá un Brexit sin acuerdo el día 31 de ese mismo mes. Así, las principales formaciones opositoras apuestan por convocar las elecciones no antes del 1 de noviembre y con la prórroga del divorcio ya establecida.