La escalada de enfrentamientos entre los presidentes de Brasil y Francia a propósito de los incendios de la Amazonia continuó ayer, al día siguiente de la clausura de la cumbre del G7. El brasileño Jair Bolsonaro matizó que sólo está dispuesto a aceptar los 18 millones de euros de ayuda urgente acordados en la cita de Biarritz si el francés Macron retira "los insultos" en su contra.

Bolsonaro resaltó que Macron le tachó de "mentiroso" la semana pasada, cuando un portavoz del Elíseo le acusó de incumplir los compromisos sobre medio ambiente adquiridos el pasado junio en la cumbre de Osaka del G20. "Para conversar o aceptar cualquier cosa con Francia, aunque sea con las mejores intenciones posibles, va a tener que retirar esas palabras. Primero retira, luego ofrece y yo respondo", declaró Bolsonaro. La acusación francesa vino acompañada de la amenaza de vetar el tratado de librecomercio entre la UE y Mercosur, pendiente de ratificación.

Las exigencias de Bolsonaro fueron su declaración más matizada de una jornada en la que su Gobierno comenzó rechazando abiertamente la ayuda y aconsejando a Europa que la emplee en la reforestación del Viejo Continente. Después, Bolsonaro ironizó sobre Macron al asegurar que "ni siquiera fue capaz de impedir" el incendio de la catedral parisina de Notre-Dame, el pasado abril.

Como trasfondo del enfrentamiento, y mientras la Amazonia sigue siendo devorada por los incendios, Bolsonaro jaleó el sábado a uno de sus seguidores, que se burló de la esposa de Macron. El líder ultraderechista precisó ayer que él no faltó al respeto a Brigitte Macron sino que se limitó a responder a un seguido suyo para que no "dijera tonterías", pero sin meterse en la "cuestión personal".