Hasta tres potencias anunciaron ayer casi simultáneamente la realización de ensayos con misiles: Rusia, Corea del Norte e Irán. Sumadas a las desveladas días atrás por EE UU, estas pruebas han contribuido a avivar el renacer de la carrera armamentística que se viene denunciando desde que, a principios de mes, Washington consumó su salida del tratado INF sobre misiles de corto y medio alcance.

Rusia hizo dos ensayos con misiles balísticos desde submarinos atómicos en aguas del Ártico después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciara una "respuesta simétrica" a la reciente prueba de EE UU con un misil de crucero. Putin había condenado el viernes el lanzamiento por parte de EE UU de un misil de crucero con un alcance de más de 500 kilómetros.

Corea del Norte disparó, por su parte, dos misiles de corto alcance desde su costa oriental, en su séptima prueba consecutiva en menos de un mes. Desde Irán, la Guardia Revolucionaria anunció que el viernes probó con éxito un nuevo misil, del que no dio detalles. Teherán aseguró que la seguridad del golfo Pérsico está en sus manos.