El Gobierno de EE UU anunció ayer una reforma que permitirá que las familias y niños indocumentados puedan permanecer detenidas de manera indefinida. La norma sustituirá a un acuerdo de 1997 que limita el tiempo de arresto a un máximo de 20 días por el bienestar de los niños. No obstante, se espera que la normativa choque con obstáculos judiciales antes de aplicarse.

"Ningún niño debería ser un peón", afirmó el secretario en funciones de Seguridad Interior, Kevin McAleenan, al presentar la nueva reglamentación, que será publicada el viernes en el Registro Federal y entrará en vigor 60 días después, si antes no prospera algún recurso contra ella. Según McAleenan, que no dio más detalles, el Gobierno no tiene intención de retener a las familias durante "mucho tiempo".

El secretario en funciones confió en el efecto disuasorio de la reforma legal, y aseguró que el Gobierno sospecha que algunas familias serían "fraudulentas", conforme a los análisis de ADN que se realizaron en una serie de programas piloto puestos en marcha durante los últimos meses.