Estados Unidos anunció ayer que llevó a cabo una prueba con un misil de crucero desde la isla de San Nicolás, en California, que impactó a más de 500 kilómetros, semanas después de su retirada oficial del llamado tratado INF. Se trata del primer test de este tipo que realiza EE UU desde su retirada oficial del acuerdo, el pasado 2 de agosto. El tratado, suscrito por EE UU y la URSS en 1987, estipulaba la destrucción por parte de los firmantes de los misiles balísticos y de crucero, lanzados desde tierra, de corto y mediano alcance, es decir con rangos de entre 500 y 5.500 kilómetros. A comienzos de este mes, el secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, anunció la retirada de su país del arreglo, después de que seis meses antes, denunciara la negativa de Moscú a destruir un nuevo misil de crucero que, según Washington, violaba las condiciones del pacto al tener un alcance de más de 500 kilómetros.

Rusia y China, por su parte, acusaron a EE UU de poner en peligro la seguridad mundial.