La tensión entre Turquía y Siria aumentó ayer tras registrarse un ataque aéreo contra un convoy turco en el sur de la provincia de Idlib, último bastión rebelde del país. El ataque, que según fuentes turcas provocó la muerte de tres civiles, ha sido atribuido a la aviación de Rusia, principal valedora del régimen de Damasco y firmante de un acuerdo con Turquía para una supervisión conjunta de Idlib.

Sin aludir al incidente, una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores sirio calificó la entrada de las tropas de Ankara en su territorio de "violación escandalosa de la soberanía, unidad y paz de Siria".