Los laboristas británicos buscan una estrategia para derribar al primer ministro, el conservador Boris Johnson, y evitar que consume un Brexit sin acuerdo el 31 de octubre.

Dentro de ella, y toda vez que su líder, Jeremy Corbyn, parece rechazar un Gobierno de unidad nacional, se abre paso la idea de una "alianza progresista"con los independentistas escoceses del SNP, que podría contar con el apoyo del partido galés y de Los Verdes.

El SNP daría su respaldo a Corbyn para precipitar la convocatoria de nuevas elecciones, a cambio de un segundo referéndum de independencia, en unos momentos en los que la última encuesta da al sí a la secesión un apoyo del 52%.