El vicepresidente y hombre fuerte del Ejecutivo italiano, Matteo Salvini, dio ayer por rota la coalición de gobierno que su partido, La Liga, mantenía desde junio de 2018 con el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y exigió elecciones cuanto antes.

En un breve comunicado, Salvini trasladó esta reflexión al presidente del Consejo, Giuseppe Conte: "Acudamos inmediatamente al Parlamento para constatar que no tenemos ya una mayoría. Devolvamos rápidamente la palabra a los electores", en referencia a unos comicios anticipados que se prevén para octubre.

Inmediatamente después reaccionó el líder del M5S y también viceprimer ministro, Luigi Di Maio, quien abogó por celebrar elecciones pero una vez que el Parlamento apruebe en septiembre una de sus medidas estrella: la reducción del número de senadores y diputados.

La coalición de Gobierno de Italia entró en crisis hace varios meses cuando las políticas "duras" de la Liga comenzaron a dar claros frutos en las encuestas, gracias en particular a las medidas antiinmigratorias. Si en las legislativas de 2018 la Liga, ganadora de las euroelecciones de mayo pasado, obtuvo un 17,35% de votos, por un 32,68% del M5S, los últimos sondeos le otorgan ya el 36% y relegan al M5S a un 17,8%.

El último pulso entre las dos formaciones giró en torno al polémico proyecto para construir un tren de alta velocidad entre Turín y Lyon. La Liga y Conte apoyaron esta iniciativa, pero el M5S lo rechazó en el Senado, que votó 6 mociones no vinculantes sobre esa infraestructura. Una de ellas, vista como una moción de confianza encubierta, fue presentada por el propio M5S para emplazar al Parlamento a estudiar cómo romper el tratado firmado con Francia hace veinte años sobre esta infraestructura. Pero el M5S se quedó solo en su negativa.

Los partidos del Ejecutivo italiano mantienen posiciones irreconciliables sobre esa línea de alta velocidad: el M5S creció al calor de las protestas contra el proyecto, mientras que la Liga, que gobierna en gran parte del norte, exige completar las obras. La moción del M5S fue finalmente rechazada por los 181 votos de su socio de Gobierno y la oposición en bloque, partidarios todos de completar el tramo ferroviario. Esta votación, según Salvini, que se quejó de "los repetidos insultos" de sus socios hacia él y su partido, dejó clara la disparidad de criterio con el M5S.

Finalmente, Salvini se salió con la suya y, apenas 24 horas después, le dio la puntilla al Ejecutivo formado hace año y medio. Los nuevos comicios, sentenció, deben ser cuanto antes "sin la excusa de las vacaciones". "Los parlamentarios pueden volver a trabajar la semana que viene, como hacen millones de italianos, salvo que quieran salvar su escaño a toda costa", remachó, según el diario italiano "La Repubblica".