El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quitó importancia ayer al nuevo lanzamiento de misiles de corto alcance por parte de Corea del Norte y aseguró que Washington sigue implicado en el diálogo con Pyonyang. Corea del Norte disparó ayer dos nuevos proyectiles desde su costa oriental, en lo que constituye su tercer ensayo armamentístico en los últimos ocho días.

"Los caminos de la diplomacia son siempre tensos, con altibajos. Pero seguimos plenamente comprometidos en lograr el resultado que planteamos: desnuclearización plena y verificada de Corea del Norte mediante el uso de la diplomacia", dijo Pompeo en una conferencia en Bangkok.

El jefe de la diplomacia estadounidense recordó que el Consejo de Seguridad de la ONU mantiene en vigor el paquete más duro de sanciones contra el régimen de Pyonyang pero reiteró su voluntad de seguir con el diálogo, "dejar atrás estas discusiones y lograr resultados sobre el terreno".

"Es lo correcto para el mundo, continuar este esfuerzo diplomático. Lo seguiremos haciendo junto a nuestros socios", dijo Pompeo que, preguntado acerca de una tercera cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, dijo que "sigan atentos".

En la misma conferencia Pompeo destacó la eficacia de las sanciones económicas contra Irán para reducir "significativamente" sus exportaciones de petróleo y calificó como "imperativo" privar a Teherán "de los recursos para construir un programa nuclear que amenace a todo el mundo".