Más de mil personas fueron detenidas ayer en el centro de Moscú durante una protesta no autorizada para exigir la presencia de 57 candidatos de oposición al Kremlin en los comicios al Parlamento local, o Duma, de la capital rusa, según constató el grupo de observadores OVD-Info, especializado en el recuento de detenidos en manifestaciones.

El líder opositor Alexei Navalni, detenido de nuevo esta semana por alentar a la protesta, había pedido a sus simpatizantes que se concentraran ante el Ayuntamiento para exigir la presencia de estos candidatos a los comicios que se celebran el próximo 8 de septiembre.

Sin embargo, la protesta enseguida se convirtió en un acto de contestación al sistema político ruso en general, en un momento en que la popularidad del presidente del país, Vladimir Putin, cae en los sondeos debido al descontento por una impopular reforma de las pensiones y por el descenso de los ingresos durante los últimos años.

El alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, había alertado en redes sociales de que su Gobierno actuaría contra quienes amenazaran el orden público. "Atentos al ultimátum: los disturbios no traerán nada bueno. El orden se mantendrá", advirtió el regidor en una nota.

Las autoridades electorales arguyen que los candidatos fueron vetados porque no se hicieron con las firmas suficientes para registrar su candidatura. Ellos, en cambio, denuncian un intento de los aliados del Kremlin para retener el control del Gobierno de Moscú.

Anoche, al cierre de esta edición, la Policía solo había admitido 295 arrestos, de acuerdo con la agencia Interfax. Los antidisturbios se emplearon a fondo y con todos los medios para reprimir la protesta, después de que en las horas previas intentara descabezarla con registros en las viviendas y sedes de campaña de los opositores más destacados.

Así, antes de la concentración, la Policía detuvo a varios candidatos vetados por las autoridades, entre ellos Liubov Sóbol, estrecha colaboradora de Navalni y actualmente en huelga de hambre por la decisión de las autoridades de no inscribirla como aspirante. Después quedaron en libertad, pero nada personarse en la protesta fueron arrestados de nuevo.

Ante la ausencia de un recuento alternativo, la Policía moscovita cifró en 3.500 el número de asistentes a la marcha de este sábado. En varias ocasiones, los agentes recurrieron a la fuerza para despejar la céntrica zona de la concentración, por lo que se contabilizaron al menos 80 heridos.