El viceprimer ministro de la República de Irlanda, Simon Coveney, advirtió ayer que el nuevo jefe del Gobierno británico, Boris Johnson, ha fijado "deliberadamente" una estrategia del "Brexit" encaminada a "enfrentarse" a su país y a la Unión Europea (UE).

En su primera intervención como "premier" en la Cámara de los Comunes, Johnson hizo unos comentarios para lograr una salida negociada del Reino Unido de la UE que Coveney calificó de "poco útiles". "Ha tomado deliberadamente una decisión para que el Reino Unido se enfrente a la UE y a Irlanda en las negociaciones sobre el 'Brexit', y creo que solo él puede explicar por qué lo ha hecho", indicó Coveney.

Ante la próxima ronda de contactos con Bruselas, Johnson exige la supresión de la llamada salvaguarda irlandesa o "backstop", que considera inaceptable y que ha sido el escollo de las conversaciones los últimos tres años.

Esa cláusula de seguridad tiene como objetivo evitar una frontera física entre las dos Irlandas después del "Brexit", manteniendo a la provincia británica de Irlanda del Norte alineada con ciertas normas del mercado único y la unión aduanera, mientras que el resto del Reino Unido quedaría fuera de esos espacios económicos.

Los unionistas pro-británicos de Irlanda del Norte temen que la región quede aislada indefinidamente, mientras que Dublín y Bruselas aseguran que es intocable.

Después de la reunión entre Coveney y el nuevo ministro británico para Irlanda del Norte, Julian Smith, éste calificó de "positivo" el encuentro, a pesar de todas las diferencias entre Londres y Dublín, y de que abordaron la parálisis política que afecta a la provincia, donde el Gobierno de poder compartido entre católicos y protestantes permanece suspendido desde enero de 2017.

El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, anunció que quiere reunirse con su nuevo homólogo británico para entender sus "líneas rojas" sobre el "Brexit". No fue el único: el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, invitaron a Johnson a visitar sus respectivos países para hablar sobre el "Brexit", después de que el nuevo inquilino del 10 de Downing Street haya retomado la amenaza de un divorcio caótico.

Francia fue un poco más tajante y aseguró que el acuerdo para la salida de Reino Unido de la UE no se renegociará, e insistió en discutir cuál será la relación futura entre ambas partes.