Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée han lanzado una nueva misión de búsqueda y rescate con el Ocean Viking, que pondrá rumbo al Mediterráneo Central a finales de este mes, ante la escalada de la guerra en Libia y la "inacción europea", según informaron ayer las dos ONG.

El Ocean Viking partirá con un total de treinta personas a bordo: nueve tripulantes contratados, doce efectivos de SOS Mediterranée a cargo de las operaciones de búsqueda y rescate y otros nueve de MSF -un médico, dos enfermeras, una matrona, un logista, un mediador cultural, una oficial de asuntos humanitarios, una responsable de comunicación y un coordinador-.

El buque de propiedad y bandera noruegas, construido en 1986 para operaciones de rescate y emergencias en las plataformas petrolíferas, está totalmente equipado para su nueva misión, con cuatro botes de alta velocidad, una clínica con salas de consulta, triaje y recuperación y capacidad para llevar hasta a 200 migrantes.

La mayoría de las ONG suspendieron sus operaciones en el Mediterráneo tras el cierre de los puertos de Italia y Malta, los más cercanos a Libia, y la amenaza italiana de procesar a las organizaciones humanitarias por tráfico de personas al considerar que con su actuación fomentan la actividad de las mafias que ayudan a inmigrantes y refugiados a dar el salto a Europa.

"Sin apenas barcos de rescate en el Mediterráneo central y los últimos vestigios de la capacidad de búsqueda y rescate europeos abandonados imprudentemente, esta ruta marítima es la ruta migratoria más mortal de todo el mundo", señaló MSF en un comunicado. En lo que va de año, al menos 426 personas han muerto intentando alcanzar suelo europeo.

En los últimos meses, la situación se ha visto agravada por el conflicto armado en Libia. En abril, el mariscal de campo Jalifa Haftar puso en marcha una ofensiva sobre Trípoli para derrocar al Gobierno de unidad nacional. Los combates en la capital libia han desplazado a más de 100.000 personas y han dejado a cientos de migrantes atrapados en centros de detención.

Pese a la escalada del conflicto armado, "las evacuaciones humanitarias fuera de Libia siguen siendo únicamente puntuales e inadecuadas, dejando la ruta mortal por el Mediterráneo como una de las únicas vías de escape posible", apuntan desde MSF.