El oponente de Boris Johnson en la elección del nuevo líder "tory" -que se conocerá mañana- es Jeremy Hunt, de 52 años, que le dio el relevo en Exteriores en julio de 2018. Antes, fue ministro de Cultura (2010-2012) y Sanidad (2012-2018), siendo el político británico que más tiempo ha tenido esta última cartera en sus manos. Antes de entrar en la Cámara de los Comunes, Hunt fue profesor de inglés en Japón y empresario.

En las elecciones generales de 2005 saltó al Parlamento representando a Surrey, y se desempeñó como ministro "en la sombra" de Discapacitados y, después, de Cultura y Deportes.

En 2009 el Parlamento descubrió que había gastado más de lo acordado y se le ordenó pagar la diferencia, si bien todo quedó en nada al comprobarse que no se había lucrado. Durante los Juegos Olímpicos, Hunt decidió duplicar el presupuesto acordado de 40 a 80 millones, y los británicos estuvieron de acuerdo en que la ceremonia fue un gran éxito.

A principios de 2012, durante la investigación Leveson sobre la cultura y las prácticas de la prensa británica, su contacto con la familia Murdoch fue objeto de escrutinio y puso en peligro su carrera política. También aquí todo terminó en nada, pero, durante su etapa de ministro, sin embargo, las polémicas se sucedieron.

La televisión pública BBC, pagada con impuestos ciudadanos y sin anuncios, fue sometida a un recorte presupuestario del 16%, lo que llevó a la cadena a tener que prescindir de 2.000 empleos. Su segunda polémica fue por los recortes en el sistema público de sanidad (NHS), que no cumplió ninguno de sus objetivos.

Además de por una serie de medidas de austeridad, que incluían imponer un límite a los aumentos de sueldo para el personal de la NHS, también fue criticado por su gestión de los contratos de doctor "júnior", a los que se rebajó el sueldo considerablemente.

Esta medida derivó en huelgas por primera vez en la historia de la NHS. Y dado el respaldo popular con que contaron los paros, Hunt se vio obligado a ceder y aumentar la financiación.

También introdujo un sistema para dar de alta a las personas mayores que son atendidas en hospitales al no tener quién los cuide en casa, y financió una red de cuidados que disminuyó el número de pacientes en hospitales. Además supervisó la introducción del primer objetivo nacional de tiempo de espera para el tratamiento de la salud mental.

Como ministro de Exteriores desde julio de 2018, Hunt se ha enfrentado a críticas por permitir que el Reino Unido venda armas al régimen saudí, involucrado en una dura campaña militar contra los rebeldes hutíes del Yemen. Pero, previamente, defendió las relaciones entre el Reino Unido y Arabia Saudí y consideró al Gobierno de Riad un "aliado militar muy, muy importante para el Reino Unido".

Su tiempo en Exteriores no ha estado exento de errores. Durante una reunión en una visita oficial a China, llamó a su esposa Lucia Guo "japonesa", aunque ella nació en Xian, en el centro de China.

En cuanto al "Brexit", fue un firme defensor de la permanencia en la UE en la campaña para el referéndum de 2016, y comparó las tácticas de negociación de la UE con las de la extinta URSS, lo que desató las críticas de los embajadores y políticos de la UE y acabó en nuevas disculpas.

Aunque asegura que quiere negociar un "Brexit creíble", asegurando cambios en la polémica salvaguarda para evitar una frontera en la isla de Irlanda, no descarta dejar la Unión Europea (UE) sin acuerdo si tal resultado se convierte en la única manera de cerrar este capítulo de la historia británica, aunque, a diferencia de su rival, sostiene que la fecha de salida actual (31 de octubre) no es un plazo difícil. Y exhibe un perfil moderado que gusta más en Bruselas, aunque marche claramente por detrás de Johnson en las preferencias de los 160.000 afiliados "tories".

Si es elegido "premier", Hunt creará un nuevo equipo de negociación para lograr un "acuerdo de salida alternativo" al plan de May. Pero, para curarse en salud, aboga por crear un presupuesto para el "Brexit" sin acuerdo. A finales de septiembre decidirá si existe una "posibilidad real" de un nuevo acuerdo. En caso contrario, abandonará las conversaciones y se centrará en los preparativos de una salida abrupta y en cumplir sus promesas de cubrir el costo de los impuestos a las exportaciones de las industrias agrícolas y pesqueras.