La canciller alemana, Angela Merkel, se "solidariza" con las congresistas del Partido Demócrata de ascendencia extranjera a las que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha instado a volver a sus países de origen y que llevan días siendo blanco de una campaña de insultos racistas. "Me distancio firmemente de esto y me siento solidaria con las tres mujeres atacadas", dijo Merkel en la rueda de prensa que da cada año antes del receso veraniego.

Trump, por su parte, criticó la "enfermiza alianza" de los medios de comunicación, la "izquierda radical", con la congresista, a la que tildó de "grosera", después de que la prensa se hiciera eco de los cánticos racistas de las bases de Trump alentadas durante un mitin.

El magnate asegura que los medios enloquecieron ante el cántico "enviadla de vuelta" por parte de sus seguidores, una mayoría que ahora está calmada, asegura, y que acepta los "infames comentarios de las tres congresistas radicales".

Omar, por su parte, tachó a Trump de "fascista" y recalcó que en EE UU debería "permitirse el disenso democrático". La congresista, a la que Merkel dio ayer su apoyo, sumó además el de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que describió el jueves como "fantásticas" a las cuatro demócratas, y advirtió que "no es bueno que los líderes internacionales usen un discurso de odio".