La canciller alemana, Angela Merkel, ha recibido sentada a la primera ministra de Moldavia, Maia Sandu, como ya hiciera con la mandataria danesa, Mette Frederiksen, la semana pasada, debido a los temblores que padece.

Merkel y Sandu han escuchado sentadas los himnos nacionales de sus respectivos países, aunque después han caminado juntas frente a la formación de honor del Ejército alemán.

Es la segunda vez que Merkel opta por permanecer sentada durante la recepción de un líder internacional para evitar los temblores que ha padecido en las últimas semanas.

La primera vez que estas sacudidas sorprendieron a Merkel en pleno acto oficial fue el pasado 18 de junio junto al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Entonces, los atribuyó a una deshidratación momentánea y descartó problemas graves de salud.

Sin embargo, sufrió un episodio similar el pasado 10 de julio, al recibir en Berlín al primer ministro de Finlandia, Antti Rinne. "Pero estoy bien, no debe haber preocupación por mí", aseguró a la prensa.

La canciller alemana se limitó a explicar entonces que se trata de un "proceso" físico que aún no ha concluido y que confía en que "un día, igual que llegó, se marchará".