El ministro de Hacienda y Crédito Público de México, Carlos Urzúa, renunció ayer a su cargo por las "discrepancias económicas" con el presidente López Obrador y por la "inaceptable imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública". En su carta de renuncia, el ministro declaró: "Me veo orillado a renunciar a mi cargo".

Urzúa, considerado hasta ahora un estrecho colaborador de López Obrador, reprochó que "en esta Administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento".

La renuncia de Urzúa es la más relevante en los seis meses de Gobierno de López Obrador, aunque no es la primera. A mediados de junio, y en plena crisis migratoria, el titular del Instituto Nacional de Migración de México, Tonatiuh Guillén, renunció a su cargo.

A las pocas horas Obrador puso a Arturo Herrera al frente de Hacienda y le encargó que "la economía esté siempre al servicio de los ciudadanos".