Al menos 14 personas murieron por un incendio desatado el pasado lunes en un submarino militar de Rusia que se encontraba en el mar de Bárents, según informó ayer, martes el Ministerio de Defensa. El incendio se produjo durante la recogida de datos batimétricos en un sumergible científico diseñado para investigar el lecho oceánico. Como consecuencia de ello, 14 marineros sufrieron un envenenamiento por "los gases de combustión" que acabó con su vida, de acuerdo con el comunicado emitido por fuerzas del ejercito ruso.

El fuego fue extinguido gracias a la reacción de los mismos tripulantes del submarino, que actualmente está atracado en las instalaciones en el puerto de Severomosk, que es la base principal de la Flota Rusa del Norte.

El Ejército ya ha abierto una investigación para identificar cuáles han sido las causas del incendio, si de debe a un fallo mecánico, para poder subsanarlo, o a un fallo humano.

Asimismo, la máxima autoridad del país, el presidente Vladimir Putin, expresó sus condolencias a los familiares de los fallecidos, tras mantener una reunión con el ministro de Defensa, Segei Shoiguy los principales mandos de la Armada soviética. En ese encuentro, se dio orden de apoyar a las familias de las víctimas y de trasladarles el pésame de todo el Gobierno.

El 12 de agosto de 2000 el mar de Bárents fue testigo del hundimiento del submarino Kursk y de la muerte de 23 marineros tras explotar un torpedo a bordo.