Partidarios del régimen comunista de Pekín protestaron ayer ante los principales consulados extranjeros de Hong Kong para instar a los líderes participantes en la cumbre del G20 a no interferir en los asuntos de la isla. Los manifestantes son partidarios del congelado proyecto de ley para las extradiciones a China, que ha provocado tres multitudinarias manifestaciones en Hong Kong y ha acorralado a la jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam.