La Fiscalía de Italia ha abierto una investigación por presunta colaboración con el tráfico de personas contra la capitana del "Sea-Watch 3", la alemana Carola Rackete, que el miércoles decidió entrar en aguas italianas para tratar de forzar el desembarco en Lampedusa de 42 migrantes irregulares rescatados frente a las costas de Libia.

Los migrantes a bordo son ahora 40, después de que Italia permitiera a dos de ellos desembarcar por razones de salud.

El conflicto, que desafía la política de puertos cerrados del liguista Matteo Salvini, seguía anoche bloqueado. La ONG Sea Watch aseguró que Francia, Alemania, Luxemburgo y Portugal se han ofrecido para acoger a los 40 migrantes.