Los líderes de la UE dieron ayer luz verde a un acuerdo de mínimos para crear un presupuesto de la zona euro, pero fracasaron en su intento de alcanzar un consenso para la renovación de los cargos comunitarios, sobremanera en el caso del presidente de la Comisión Europea (CE).

Al término de la segunda jornada de una cumbre convocada con este último propósito más que con el otro -puesto que las bases del presupuesto de la eurozona ya quedaron sentadas la semana pasada en la reunión del Eurogrupo-, los líderes comunitarios constataron lo que ya sabían: que ninguno de los tres candidatos designados (el alemán Manfred Weber, por el Partido Popular Europeo; el holandés Frans Timmermans, por el Partido Socialista Europeo, y la danesa Margrethe Vestager por los liberales) tiene suficientes apoyos para imponerse a los otros."Necesitamos más tiempo para discutir todo el panorama y por eso volveremos sobre tema a finales de junio. Hoy es demasiado pronto para prejuzgar nombres y puestos", dijo Tusk

El fracaso obliga a pensar en otros nombres, como quiere Emmanuel Macron. El presidente francés confió en que durante la semana próxima "emerjan los cuatro o cinco nombres principales" que permitan conseguir un equilibrio. Y los socialistas asumen ya que la presidencia de la CE no recaerá en un socialdemócrata. "No renunciamos a la presidencia de la Comisión. Nos habría encantado que fuera Frans Timmermans pero si finalmente no es el caso, pues es evidente que sí puede haber un presidente de la Comisión del Partido Popular Europeo", dijo Sánchez, que lidera la negociación en nombre de la familia socialista.

Así las cosas, habrá nueva cumbre el 30 de junio para lograr un acuerdo in extremis, antes de que el 2 de julio se constituya la nueva Eurocámara.