El expresidente francés Nicolas Sarkozy (2007-2012) será juzgado en los próximos meses por corrupción y tráfico de influencias. No será, sin embargo, el primer presidente de la V República en ser juzgado, ya que su antecesor, Jacques Chirac (1995-2007), fue condenado en 2011 a dos años de cárcel, que no cumplió, por financiación ilegal de su partido cuando era alcalde de París. Chirac, sin embargo, no se sentó en el banquillo, por graves problemas de salud.

El Tribunal de Casación denegó el martes los recursos interpuestos por Sarkozy, su abogado y el exmagistrado Gilbert Azibert para evitar el juicio, según se informó ayer. El exlíder de Los Republicanos (derecha) será juzgado por el llamado "caso de las escuchas". La justicia, que había pinchado sus teléfonos por sospechar que pudo recibir financiación del libio Gadafi en la campaña de 2007, descubrió en 2014 que el ya expresidente y su abogado trataban de obtener, a través del citado Azibert, información secreta de otro sumario que investigaba si Liliane Bettencourt, heredera de "L'Oréal", había financiado ilegalmente su campaña de 2012.