Trump volvió a convertirse ayer en el candidato Trump, aunque si en 2016 lo hizo contra el aparato del Partido Republicano y ante la incredulidad del planeta, ahora tiene a su favor el control de la Administración de EE UU y la maquinaria del partido. El pistoletazo de salida para hacer frente a los demócratas con vistas a las presidenciales de noviembre de 2020 fue dado en Orlando (Florida), una localidad marcada por una importante presencia portorriqueña favorable a los demócratas, en un acto masivo al que se esperaba la presencia de 20.000 seguidores del magnate.

Coincidiendo con el arranque de su precampaña, Trump lanzó uno de sus tuits más espectaculares de los últimos días: la semana que viene empezará la deportación de "millones" de inmigrantes sin papeles "que han hecho de modo ilegal su travesía hasta Estados Unidos. Serán deportados tan pronto como entren", dijo.

Nada más. Aunque algunas interpretaciones señalaron a personas ya presentes en territorio estadounidense, todo parece indicar que Trump se refiere al proceso de deportación inmediata de las personas que sean detenidas intentando entrar en Estados Unidos desde la próxima semana. De hecho, Trump vinculó su anuncio al "magnífico" trabajo hecho por México a raíz de los recientes acuerdos bilaterales y anunció la próxima firma de un entendimiento similar con Guatemala.